No te debía querer, pero te quise

Como todas las tardes después de caminar por Chapultepec, me senté frente a mi piano acompañado de una copa de vino. Sé que puede sonar a estereotipo, pero eso es lo que hago. Arremangarme las mangas de la camisa, prender un cigarro, levantar la carpeta azul que reposa sobre el piano y tomar un poco de aire para concentrarme en ti. No voy a mentir, hay veces que tardo unos minutos mirando sólo tu fotografía, dando largos tragos a mi copa, incluso podrían haber sido horas. También he llegado a cerrar los ojos. Mentiría si digo que no he llorado abrazado de tu recuerdo. Pero llega un momento en que después de tragarme esas lágrimas, deslizo mis largos dedos sobre el piano, y te olvido.

Así es todas las noches. Buscar entre tus recuerdos el recoveco exacto que se convierta en una nota. No dudo que llegue el día en que la canción que que queramos escuchar se reproduzca con sólo mencionarla al aire. Hoy no es así. Hoy evoco tu memoria y le doy vida con las notas del piano. Tardo un poco, pero logro sentarte junto a mi. Sin dejar el piano, logro tomarte de la mano y salir a la calle, juntos del brazo, a un ritmo lento, pausado, que quiere no llegar a ningún lado para que no termine la noche. Otras veces regreso a momentos en que siento los latidos de tu corazón, primero como zumbidos que estremecen mi cuerpo, después como puñales que se me encajan por todo el cuerpo sólo de recordar que estuvimos tan cerca y que no fuimos capaces de permanecer. Hay días que hablo de ti en silencio. Así es como las notas fluyen más pronto. Con tu recuerdo creciendo dentro de mi pecho, siento que me ahogo pero la música me regala momentos de aire y lucidez. De tanta lucidez que tenemos la oportunidad de hacer diferente las cosas. Y al final de muchas canciones, terminamos juntos. Aquí junto a mi piano, bebiendo de la misma copa, contigo susurrándome irnos pronto para seguir con nuestro amor para siempre. 

Pero marcharme es una trampa, los árboles agitándose en complicidad con el aire me recuerdan que tú no estás conmigo, y que debo regresar a mi piano si quiero pasar contigo una noche más.


Comentarios