IN ROSITA DE OLIVO DE LOS TIGRES DEL NORTE (00:00) A (00:05) BAJA Y PERMANECE DE FONDO.
Así arrancamos esta mañana, en una edición más de Buenos días con Jonás, aquí en la 1220 de AM, Siempre contigo. Nunca lo hago, porque debemos un respeto a nuestros invitados, pero hoy voy hablar mientras se escuchan los poderosos Tigres del Norte. Le voy a explicar porqué. Resulta que hace muchos años conocí a Rosita, una chica de linda sonrisa, era amable, tanto que un día la abordé, así sin más, para preguntarle si tenía calor. Me miró como si fuera cualquiera persona que no estuviera tremendamente impresionada ante su presencia, aunque sabía de sobra que estaba temblando por tenerla en frente. Me contestó con esa sencillez que permanecía en su rostro: Sí, ¿verdad? Está fuerte. No tenía simplemente nada qué decirle. Pero a ella tampoco le incomodaba mi presencia, tenía el don de fingir que todo estaba bien, aunque tuviera cierto desprecio por tenerte a un lado. Tenía también el poderoso don de hacerte sentir cómodo. De hacerte sentir único. De hacerte sentir que a su lado era el mejor lugar para estar. Y así lo sentí ese momento. Aun pienso mucho en ese peligroso poder. Pero son de esas cosas con las que se nace. Yo nunca hubiera logrado ese poder, yo nunca he logrado que alguien se sienta así de cómodo sólo por estar conmigo. Pero así nacemos siempre, sin nada. En el camino tenemos que hacer cosas, tenemos que ganarnos todo. Nadie nos dará poderes de un día a otro. A Rosita tampoco se lo dieron, ella nació con ellos. Pero la gente como yo, o como tú que me estás escuchando, sabes que no te los dieron, entonces tendrás que obtener otros. Unos tienen fuerza, uno que otro inteligencia, y unos menos, adquieren persistencia. Persistencia. Persistencia. De saber que si sigues a Rosita, miras lo que hace, observas cómo habla, te detienes a entender qué le gusta, y esperas, y esperas, y esperas lo suficiente, entonces tendrás información. No es inteligencia, es simple persistencia, obtener los datos necesarios para poder tomar decisiones. No importa si eres buena o mala persona, si eres persistente obtendrás lo que sea que quieras. Así logré engañar a Rosita, le hice suponer que estaba enamorada de mi. Pero tarde que temprano la gente se termina dando cuenta de todo, así fue como me dejó. Nuestro amor se desinfló como fuelle de acordeón, empezó retumbando duro, pero se fue secando hasta que quedó simplemente vacío. Lo normal es que a todos se les acabe el amor, pero a mi no se me acaba nunca. Dije que sí. Saqué mis cosas de su casa, le devolví muchas de sus cosas, firmé lo que tenía que firmar y me marché. Porque eso es lo que tiene que hacer la gente cuando la corren porque se acabó el amor. Pero a mi no se me acaba, así que sigo mirando. Sigo estudiando la forma en que recuperaré a Rosita. Ella no sabe que tengo un programa de radio, es más, Rosita está muy tranquila saliendo con su jefe, mientras de vez en cuando se acuesta con su vecino. Ella está muy ocupada en mantener dos vidas. No se dará cuenta cómo fue que aparecí nuevamente. No se dará cuenta cómo fue que se volvió a enamorar de mi, sin siquiera sentirme en su vida. A veces siento un poco de envidia por gente como Rosita, ella no sabe cómo adquirió el poder que tiene sobre mi. Sí, le tengo envidia. Pero tampoco se dará cuenta cuando sólo pueda repetir mi nombre por el resto de su vida, que también sospecho, no será mucho. La gente como yo, no acepta un no como respuesta. Así fue como conseguí este programa de radio. La gente como yo puede planear algo por muchos años, sólo por el placer de escuchar a alguien decir mi nombre en determinadas circunstancias... ¿Qué tal el saxofón? Me gusta cuando el saxofón y el acordeón se hacen uno mismo. Uno podría confundirse, creer que sólo es uno, y depronto descubrir que son dos. Eso sería un buen giro de tuerca para una película. Pensar que es una cosa la que siente el personaje y de pronto, darse cuenta de que son dos. Bien, pues vamos a comerciales. Sigan disfrutando de la mañana, en buenos días con Jonás en la 1220 de AM, Siempre contigo.
Comentarios
Publicar un comentario