La canción de Valerie

Tin, tin, tin, tin. No sabes el daño que me hago lejos de ti. Tin, tin, tin. Las tripas se hacen un nudo que no deja tragar la saliva. Va, va, va. Caminas más noche por los lugares más oscuros, sales menos tapado cuando hace más frío, te duermes más tarde y te despiertas temprano. Para hacerte más daño. Para que los dolores de todo tu cuerpo sean más y no se sienta la ausencia de Valerie. La pelirroja de Amy. Más drogas para terminar más pronto conmigo. Más dolor para dejar de extrañarte. Le subes al volumen para que revienten los tímpanos, mientras el tecladito sigue haciendo tin, tin, tin, tin. Tímpanos destrozados pero te aferras a esa parte de mi cerebro que ha sobrevivido al dolor. Tin, tin, tin. Hay días que me salgo de mi, justo cuando estoy tirado entre los arbustos, cuando estoy derrotado, cuando no tengo esperanza y dejo que las ratas me caminen cerca. Ca, ca, ca, ca. Esos días me veo desde afuera, la mirada se eleva tan alto que me veo pequeño y me da un poco de esperanza darme cuenta que hay más cosas a mi alrededor, veo las palmeras con cientos de aves dando vueltas, veo nubes que cambian de figura todo el tiempo, y en la parte de abajo estoy sólo yo. Solo. Sólo yo. Entiendo que hay más cosas fuera de mi cabeza, veo que tu ausencia no debería de ser tan grande porque hay un mundo para ocupar la ausencia. Ah, ah, ah, ah. Con prisa regreso, soy otra vez yo, y me doy cuenta de que todo el tiempo me estuve engañando para sentir no sé qué forma de dolor. Sigo estando ahogado por la inmensidad del espacio que se genera a mi alrededor cuando estoy solo haciéndome más y más daño.  Ño, Ño, Ño. Porque no conseguí sacarte de este espacio que creí que era mío. Oh, oh, oh. Pero ya no me engaño, no aprenderé nunca a estar sin ti, la pelirroja Valerie, i, i, i, i...i. 

Comentarios