Hemos hablado de herramientas y carpintería,
de palabras, de estilo... pero a medida que progresemos
convendría tener presente que también hablamos de magia.
Stephen King
Me gustaría decir más cosas de mí cuando me presento. Pero la verdad es que soy una persona más de las que camina por la mañana con un libro mientras busca un lugar para desayunar. Hay veces en que que lo encuentro y aprovecho para detenerme y leer, hay otras veces que ningún lugar me gusta y recuerdo que tengo queso en casa, así que regreso a prepararme unas quesadillas. Esta mañana traigo un libro de cómo aprender a escribir que advierte que no hace magia, puede hacer de los escritores medianos, escritores decentes. Nada más. Yo no me puedo catalogar como un escritor, ni siquiera como uno mediano, o uno novel, apenas puedo identificarme como un ciudadano promedio con un empleo común que sueña con un día dedicarse a escribir. Ni siquiera pienso en hacerme rico escribiendo. Vaya, creo sería un buen pasatiempo, pero tampoco es que sea una persona con tanto tiempo libre. Pero todos invertimos de forma aspiracional en lo que esperamos hacer cuando tengamos más tiempo. Una vez compré una bicicleta costosa esperando poder usarla en mis ratos libres, los cuáles no tuve. Uno invierte en eso que quiere hacer, uno hace planes, uno tiene la cabeza en algo, algo que no sea el empleo promedio que tiene en este momento, ni en la persona que tienes frente de ti mientras transitas por el metro. Así es con la escritura, una forma aspiracional de pasar el tiempo como forma de entretenimiento para el retiro. También me gustaría hacer pasteles, pero odio la cocina y cada vez puedo comer menos azúcar, así que auguro una mal final para ese hobby. Está mejor escribir, es barato, sólo tendré que seguir leyendo libros como este en las largas distancias que recorro todos los días. Es horrible estar clavado en la lectura cuando te percatas que en esta estación bajas... tiiiiii, corres y logras salir antes de que la puerta te troce la cadera. Cierras el libro sin percatarte de la página en la que te quedaste. Hay que correr para el transborde, el sueño de escribir quedará interrumpido hasta nuevo aviso.
Comentarios
Publicar un comentario