Canis lupus baileyi .6

.. la narrativa consiste en descubrir la verdad dentro de la red de mentiras de la ficción...
                                        S.K.

Me miró mientras mordía un tronco lentamente. Sus ojos no se separaban de mi. Cruack. Cruak. El tronco quedó dividido en dos y su mirada permanecía fija. Era una forma de  demostrar su fuerza y lo débil que era junto a ella. No intenté moverme, de hecho no podía moverme. Regresó a mi ese sueño que tenía de niño en que ante el peligro de un robachicos quedaba paralizado y no salía de mí la más mínima voz. Escupió los restos que quedaban del tronco y se acercó. A dos o tres metros, pero yo la sentía desplazándose sobre mi pecho, peligrosamente hacia mi rostro. Alejarse sería un error. Apenas podía respirar, pero fingí dominar la situación. Ella sabía que era suyo, no sería capaz de moverme a ningún lado. Sabía que podía escapar de mí mismo, pero no de ella. Me respiró muy cerca y sentí la vibración de sus bronquios retemblar sobre mi garganta. En ese parque había visto perros, ardillas, varios tipos de aves, pordioseros, drogadictos, enfermos mentales, deportistas, empleados de la alcaldía, músicos, a Mariana, pero nunca un lobo hembra de 3 años amenazándome mientras sobre el camino de adoquín. Solía ser un parque concurrido y bullicioso. Ahora sólo era de nosotros dos. No todos los días se encuentra uno a un lobo, así que me quedé un rato a disfrutar del miedo que me invadía. Empezó a chispear nuevamente, nuestras miradas no se separaron, implicaría bajar la guardia.

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